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Capítulo 11.

Jimin se movía preocupado por todo el bar. Su cerebro aún estaba en la llamada que había tenido atentamente. Sus uñas mordiendo el costado de sus dedos, denotando nerviosismo. Su celular sonó en su bolsillo y lo tomó rápidamente.

—Hola.

Hola, precioso.

—Oh, Jungkook. Eres tú.

Te llamé unas cuantas veces, no contestabas.

—Si. Lo siento. Estoy en el bar, algo estresado.

¿Qué sucede?

—Es que recién me llamó Jiyu, ella está cuidando a Junseo, y por lo visto sus papás tuvieron un accidente o algo así y tiene que ir al hospital. Obviamente no quiero que lleve a Jun pero estuve llamando a otras personas y nadie puede ir a cuidarlo. Entonces estoy en el bar, preocupado porque mi bebé tiene que irse y seguro tiene mucho sueño —un hipo salió de sus labios, su ceño frunciéndose.

—¿Por qué no me llamaste a mi?

—Porque por la tarde estuviste trabajando. Seguro estás cansado y no quiero molestarte.

Dios, tú no molestas. Junseo no me molesta.

—No importa, de todos modos. Salgo del bar en tres horas y puedo pasar a buscarlo, mañana duerme hasta tarde y listo. Lo siento, me preocupo mucho por tonterías.

Las palabras salían casi balbuceadas de la boca de Jimin. Oh, vamos, nadie podía culparlo por preocuparse por su niño.

Cielo, estás hablando muy rápido —rio bajito—. Que te parece si ahora voy a buscarlo, venimos a mi casa y cuando tú salgas del bar vienes aquí.

—Jungkook...

Jimin...

—No te puedo pedir que cuides a Junseo.

No lo pediste, yo lo propuse.

—Bien. Eh, si y-yo... me tienes que pasar tu dirección.

Te la mando por mensaje. Jimin, tranquilo, ¿si? No pasa nada, deja de bufar.

—Si, ¡si! Gracias, cariño.

De nada. Llama a tu amiga y dile que en quince minutos paso.

—Gracias, de nuevo.

—Deja de agradecer, tonto. Nos vemos luego.

—Adiós.

Colgó el celular y se dispuso a escribir un mensaje para su amiga/niñera de Junseo. Al terminar de escribirlo su celular vibró ante la notificación de un nuevo mensaje.

Jungkook <3
Calle Hongdae, 650.
Cuídate, si pasa algo no dudes en llamarme y avísame cuando salgas del bar.

Jimin solo se limitó a contestar un "si mi capitán" y guardó el celular en el bolsillo de su delantal, dispuesto a continuar con su trabajo.

✧✦✧

—Pero eso es negro.

—No, Jungkook. Queda más lindo en naranja.

Junseo se había subido con toda la emoción al auto de Jungkook. Ahora mismo se encontraba acostado en la cama del alfa con un libro para pintar entre sus manos.

—Lo que tu digas, ángel.

El pequeño tenía su lengua enganchada entre sus labios, estaba muy concentrado en el trabajo de pintura que estaba realizando.

—Es hora de dormir, Jun. Es tarde.

—¿Tienes sueño, Kook?

—Si, lo tengo. Hoy trabajé mucho.

—¡Yo también! Estoy tan cansado.

—¿Trabajaste mucho, Junseo?

El alfa se dirigió a su escritorio donde tenía una mochila con ropa del niño (y un pijama para Jimin). Sacó una pequeña remera de pijama con el dibujo de un oso y unos pantalones a juego. Paró al niño en la cama para poder vestirlo.

—Si. Pinté mucho; primero fue un autito, luego una princesa, una mund-mendala.

—Mandala —corrigió.

—¡Eso! Y ahora estoy dibujando un cielo.

—Oh, wow. Eres un gran artista, pequeño.

—¡Gracias!

—Ven, tienes que dormir.

Junseo lanzó un pequeño "yeyy" antes de acostarse en la cómoda cama y taparse hasta la cabeza, haciendo que solo sus ojitos verdes se vean.

El castaño le hizo algunos mimos en su cabello hasta que el niño quedó plácidamente dormido. Se recostó suavemente a su lado y su respiración comenzó a calmarse hasta que, finalmente, también quedó dormido.

✧✦✧

El pitido insoportable de su celular terminó por despertarlo. Trató de mover su cuerpo pero los brazos cortitos que estaban envueltos en su cintura lo impedían. Movió el cuerpo de Junseo y rápidamente salió de la habitación leyendo el mensaje que acaba de llegarle.

Jimin 💐
Hola, lindo. Ya salí del bar.
Llego en cinco minutos.
Contesta, feo.
😡

Y, por supuesto, tenía un mensaje de su querido —no tan querido— mejor amigo.

Jackson.
Estás haciendo trabajo de padre. No te veía tan atento de un ser vivo desde la vez que cuidaste a Rick el pez (QEPD, por cierto).

Rodó sus ojos y contestó los mensajes de Jimin. Aunque fue en vano ya que la puerta fue golpeada, muy suavemente.

—Hola, Jungkook —Jimin inclinó su cabeza en modo de saludo.

—Hola, Jimin. ¿Cómo estás?

—Cansado, ¿tú?

—Bien. Estaba cansando pero al parecer tu hijo tiene un don especial para relajar a las personas.

—Oh, si. Esa es su especialidad.

—¿Tienes hambre? ¿Ya comiste? —un bostezo se escapó de su boca.

—Ven, estás muerto de sueño. Vamos a dormir.

Ambos subieron las escaleras. Jimin cambió su ropa y se recostaron en la cama con el omega menor dormido entre ellos.

—Hasta mañana, Kook.

—Hasta mañana, Jim.

✧✦✧

Jungkook estaba dispuesto a golpear a cualquier cosa que lo estuviera despertando. Un peso caía sobre su rostro. Estaba enojado, iba a destrozar a cualquiera que...

Abrió sus ojos y vio a un pequeño omega sentando sobre su estómago. Riendo bajito mientras planeaba su próximo ataque hacia el alfa.

—Tú, pequeña bestia. Me vuelves a golpear y te voy a tirar de la cama.

El niño rio más fuerte. Escondió su rostro en el cuello de Jungkook. La puerta de la habitación fue abierta y Jimin entró a paso lento.

—Jun, te dije que no despertaras a Jungkook.

—Lo siento, Jungkook —hizo un puchero.

—No importa.

Llevó sus dedos al estómago sobresaliente de Junseo, haciéndole cosquillas. El omega empezó a removerse mientras reía y trataba de alejar las manos del alfa. Jimin se sentó a un lado de ellos, simplemente observando la escena.

—¡Basta, por favor! ¡Basta, papá!

Jungkook se quedó completamente estático en su lugar. La respiración de Jimin quedó enganchada en su propia garganta mientras Junseo solo siguió tratando de disminuir su risa.

—¡Me hiciste cosquillas, malo! —Jungkook sonrió.

Los ojos del alfa buscaron al rizado. Sin embargo, el omega solo estaba mirando sus manos —las cuales estaban sobre su regazo—.

—¿Yo malo? Tú me despertaste —Junseo le sacó la lengua.

El castaño se sentó con facilidad, aún teniendo el cuerpo de Junseo enganchado en su torso. Tomó las manos de Jimin, entrelazando sus dedos, para que por fin le prestará atención.

—Jimin, no me molesta.

—Es que yo-yo nunca le dije que te diga así. Es decir, n-no sé de donde lo sacó.

—Lo sé. Sé que no lo hiciste. A mi no me molesta que me llame así, si a ti tampoco te molesta entonces no hay problema.

—No. No me molesta.

—¿Qué no te molesta, mami?

—Nada importante, tesoro. Ahora, ¿puedes salir de arriba de Jungkook así bajamos a desayunar?

—¡No! Papá es cómodo.

El menor apretó sus brazos alrededor del cuerpo del alfa. Apoyó su cabeza en el hombro del contrario.

—Hazle caso a mamá, ¿bien?

—Está bien. Vamos a hacer el desayuno, mami.

En el momento en que los omegas salieron de la habitación (con un Junseo preguntándole a Jimin si más tarde podían pintar juntos) Jungkook agarró su celular y buscó el número de su amigo.

Jungkook.
Jack, ESCÚCHAME.
Bien, LÉEME AHORA.

Jackson.
¿Qué pasó? ¿ESTÁ EMBARAZADO?

Jungkook.
¿Puedes dejar de hacer esa pregunta cada vez que te quiero contar algo?

Jackson.
No.

Jungkook.
Hijo de perra.

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